El glaucoma es una enfermedad en la cual hay daño progresivo e irreversible en el nervio óptico, de tal forma que su evaluación es un componente fundamental en el diagnostico y seguimiento del glaucoma.
La oftalmoscopia o exploración del fondo de ojo, se realiza para evaluar el nervio óptico y comprobar si existe algún tipo de daño a este nivel. Las fibras centrales del nervio óptico son las encargadas de la visión periférica y son las que primero se atrofian debido a un daño por glaucoma.
El nervio óptico lleva fibras nerviosas llamadas células ganglionares, que provienen de las capas más internas o superficiales de la retina. Estas fibras traen información visual de toda la retina y transmiten esta información, para que llegue al cerebro y podamos ver. Hay aproximadamente un millón o más de estas fibras, cuando se juntan en el nervio óptico lo llenan pero permanece una pequeña depresión central que no tiene fibras y se llama excavación, la cual en una excavación fisiológica normal, es menor del 30% del total del nervio óptico, y no tiene asimetrías mayores al 20% entre los dos nervios.
daño del nervio optico en glaucoma
La oftalmoscopia tiene por objeto definir si la excavación es normal respecto al tamaño del nervio óptico, esto puede realizarse bajo criterio médico o con programas especializados para medir este porcentaje.
Uno de los datos que mas se tiene en cuenta es el grosor del anillo neuroretiniano que siempre debe preservar ciertas relaciones entre sí: El grosor inferior es mayor, seguido por el superior, el nasal y finalmente el temporal.
Nota: se sabe que hay variabilidad en el tamaño total del nervio óptico, habiendo aquellos de menos de 2mm2, hasta aquellos de más de 4mm2.
La evaluación del nervio óptico en el paciente con sospecha o diagnostico de glaucoma es fundamental, y es ideal que se utilicen tecnologías apropiadas para la evaluación y seguimiento de sus cambios, entre ellas se incluyen imágenes del fondo de ojo, topografía de nervio óptico y tomografía (OCT) de nervio óptico.